Un conjunto de 186 fotografías pertenecientes al fotógrafo británico colman las salas de la sede de la Fundación Mapfre de Madrid desde el 3 de Junio de 2021.
El vasto repertorio responde a un denominador común: Unheimlich, o el interés por lo extraño, como antónimo a lo cercano o habitual. Dicho tema se repite a lo largo de las seis secciones en las que el comisario, Ramón Esparza, ha dividido la exposición: Primeras fotografías, Arriba y Abajo, Retratos, Paisajes descritos, Desnudos y Elogio de la imperfección. El valor de su obra como archivo histórico de la sociedad de los años 30 del siglo pasado viene limitado por la gran importancia concedida a la cualidad estética.
La vida del fotógrafo viene definida por la temática anteriormente citada; el secreto, lo oculto como carta de presentación a la sociedad. Nacido en Hamburgo bajo el nombre de Hermann Wilhelm Brandt (1904-1983), sufrió tuberculosis a temprana edad, para lo que fue tratado con psicoanálisis, cuya influencia quedará plasmada a lo largo de toda su carrera. Se inició con referentes como Man Ray o Eugène Atget que le llevaron a publicar su primer libro, English At Home, en el que emplea el formato de álbum para señalar la diferencia entre la clase alta y baja de la época.
Posteriormente Bill Brandt se basó en Brassaï al publicar A Night In London, en el que capta el entramado urbano y figuras estáticas. Por último cabe destacar su propuesta para los desnudos femeninos, que aparecen junto a rocas en un intento por mostrar el contraste entre lo pétreo y lo voluble, la frialdad y la calidez o la rigidez frente a la maleabilidad.
Esto es arte para Hambrientos.
Texto: Beatriz Igea Sanchez.
Fotos: Fundación Mapfre Madrid.
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