El famoso Tríptico del Jardín de las delicias (1500-1505) es la pieza más compleja y enigmática del pintor flamenco El Bosco (1450-1516) y también es una de las obras más icónicas del Museo del Prado. Se trata de un tríptico que sirve como retrato social de los tiempos del artista en que queda de manifiesto, mediante sus centenares de personajes y animales –reales y fantásticos–, el imaginario, la simbología y los miedos de la época en que fue realizado.
Con el objetivo de redescubrir la pieza original de El Bosco y potenciar el arte digital y las creaciones experimentales, la exposición “El jardín de las delicias, un recorrido a través de las obras de la Colección SOLO” nos ofrece una revisión actual de El Jardín de las delicias a partir de creaciones contemporáneas pertenecientes a la Colección SOLO. El acceso a la exposición es gratuito y se podrá visitar hasta el 27 de febrero en la Nave 17 de Matadero Madrid.
El recorrido expositivo –y la instalación– ha sido diseñado arquitectónicamente por el estudio Herreros –en que resalta el uso del cartón para dividir los espacios– y reúne el trabajo de una quincena de artistas contemporáneos, entre los que podemos destacar a SMACK, Dave Cooper, Filip Custic, Mario Klingemann… Los valores universales y la riqueza simbólica que se pueden encontrar en la obra de El Bosco se explotan en esta muestra a través de medios como el arte digital y sonoro, la animación 3D, la pintura, la escultura y la instalación.
Una de las primeras obras que descubrimos al acceder a la exposición es la pintura Bosco Cooper (2018) del dibujante de cómics y diseñador gráfico Dave Cooper. En esta reinterpretación de la obra del Bosco se reformula el carácter moralizador de la pieza original por una visión que busca la celebración de lo prohibido mediante una jocosa orgía atestada de exóticos y voluptuosos personajes.
La manera en que otro de los creadores, en este caso Filip Custic, artista multidisciplinar hispano-croata, se aproxima a la obra del artista holandés mediante un tríptico virtual de carácter inmersivo en que tiene mucho peso la animación 3D. En su creación Alpha (2021) Custic reflexiona sobre la naturaleza del tiempo a través de cuadros virtuales presentados en una línea temporal.
SPECULUM (2019-2020) del colectivo artístico neerlandés SMACK es, sin lugar a duda, la obra más significativa de toda la exposición. La obra se encuentra dividida en tres pantallas LED de grandes dimensiones –más de 20 metros– que, de forma parecida al Jardín de las delicias, representa la realidad mediante la representación del Edén, el Paraíso y el Infierno, formando un reflejo de nuestra realidad actual en que se nos obliga a reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos. Aunque el vídeo de animación digital que se aprecia en estas pantallas tiene una duración de solo 3 minutos la complejidad de las escenas y las figuras representadas exige al espectador una contemplación y reflexión mucho más prolongadas. La concepción de esta adaptación moderna del cuadro original no hubiera sido posible sin la implicación de la inteligencia artificial y el uso de animación 3D.
Sin lugar a dudas una exposición con alimentos de primera necesidad, todas la obras son de primer plato.
Arte para Hambrientos.
Texto: Iustinian Bolohan.
Foto: Detalle de «El Jadrin de las Delicias» – Museo del Prado.
HōRNō _ Galería de Arte Online.