Nos vamos al Circo acompañados de la mano de Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901), el artista «moderno», un calificativo adecuado a su talento y al que pocos se les puede aplicar.
El Museo Carmen Thyssen de Málaga ha alargado esta exposición, hasta el 13 de Septiembre de 2020, «TOULOUSE-LAUTREC Y EL CIRCO», para nuestro deleite y sentados en primera fila, gracias al artista de la bohemia parisina del «fin-de siècle» que tan bien retrató el mundo del Circo y la sociedad de la época.
Sus padres eran primos hermanos, de origen aristocrático, que por no dividir sus tierras y riqueza (como era normal entre la Aristocracia de la época) se casaron y fruto de la endogamia, nació Henri y otro hermano menor que murió al año de nacer. Esta estrategia familiar le jugó una mala pasada, al padecer de niño una enfermedad en los huesos que le impidieron crecer, quedándose en una altura de 1,52 cm.
En su obra es muy evidente el interés por todo el mundo del espectáculo, no le interesaban los paisajes como a sus coetáneos impresionistas; pero si y mucho la vida noctambula y todo lo que sucedía en el Backstage. Le atraían la luz artificial, la noche, las sombras, los ambientes sórdidos, captar el movimiento y sobretodo jugar con los encuadres y nuevas perspectivas, probablemente influenciado por el arte japonés, creando un producto de gran impacto visual, dejando claro su arte como publicista. No le pasó como a su coetáneo Vincent Van Gogh ya que tuvo bastante reconocimiento profesional, sobretodo como cartelista e ilustrador.
Lautrec realizo 39 dibujos en 1899 durante una estancia en un sanatorio en las afueras de París, muy afectado por la sífilis y otros problemas de salud derivados del alcoholismo. Allí fue donde llevó a cabo un maravilloso ejercicio de memoria, tirando de sus muchas vivencias de niño con su padre y en los circos de moda en París, Fernando y Nouveau, con espectáculos ecuestres, payasos y payasas, equilibristas o jinetes realizando increíbles piruetas sobre los caballos, vamos un paraíso para los ojos del artista. Siendo el Circo unos de sus temas preferidos, sería lo que le ayudaría a salir del sanatorio antes de tiempo, por la armonía, coherencia, virtuosismo técnico y equilibrio de los dibujos.
Los dibujos fueron guardados por su amigo Maurice Joyant tras su muerte, para ser publicados en dos tiradas póstumas en 1905 y 1935. La exposición abarca láminas y publicaciones de prensa de la época procedentes de la colección de Jean Pierre Gimbergues.
Esta Exposición es un Alimento de primera necesidad… y que ganas de ir al Circo!